Un guión común

Las historias se repiten una y otra vez,  ¿hay un guión común? Puede ser... 

Mientras más leo y comparto con hombres que han vivido este tipo de experiencias voy descubriendo que son muchas las  similitudes entre nosotros, coinciden las historias en muchos puntos, tenemos en común muchas experiencias y al compartirlas descubrimos que no estamos solos,  a diferencia de cómo pensábamos, no somos un dato extraño o aberrante en las estadísticas.

Tal vez podría añadir algunos datos numéricos, pero no es el fin de esta entrada, basta con revisar los perfiles en las redes de ligue para darse cuenta de la cantidad de hombres heteros que no quieren ser descubiertos por sus novias o esposas.

¿Qué tiene en común las historias de los hombres que he conocido? Yo podría resumirlo de esta forma: 

- Nos casamos enamorados y con mucha ilusión, con la idea de formar una familia basada en los estándares tradicionales. 

- Recibimos una educación tradicional, en algunos casos con rasgos muy homófogos

- Pensamos que podíamos controlarlo todo,  hasta esa energía sexual, furiosa, confundida o interpretada como fantasías.

- Se produjo un distanciamiento en nuestra vida en pareja producto de algún cambio significativo: llegada de los hijos, cambio de trabajo, comienzo de estudios, mudanza, preparación de oposiciones, lo cual generó un vacío el cual intentamos llenar buscando nuevas experiencias en las redes.

- Conseguimos en internet un espacio de anonimato para saciar esas fantasías. Experiencias que despertaron a una fiera que plácidamente dormía en algún rincón de nosotros.

- Tuvimos una escalada de adrenalina, cada vez más y más...fuimos del porno gay a los chat (Apps), de los chat a las video llamadas, del Skype al contacto real.

- Esa fiera se apoderó de nosotros y afecto nuestra vida en pareja, la frecuencia sexual, nuestro tiempo disponible, en algunos casos nos volvimos irritables.

- Sabíamos que no estábamos haciendo lo correcto y ese sentimiento nos producía dolor y ansiedad.

- Se apoderaba de nosotros una fantasía: develar nuestra orientación sexual implicaría el decepcionar y desencantar a muchas personas, entre ellas a quienes más amamos. (Algunos nos decían que éramos un ejemplo a seguir).

- Seguimos engañándonos a nosotros mismos,  pensando que podíamos controlarlo todo, los contactos ocasionales eran eso.

- La culpa y el engaño se volvieron muy pesados, decidimos salir del armario, digo esto porque tiendo a pensar que buscábamos los medios para ser descubiertos, algunos nos volvimos descuidados y dejamos huellas, pruebas, para ser desenmascarados, algo inconsciente dentro de nosotros gritaba "no más".

- Descubrimos que continuar con la mentira y negando nuestra orientación sexual tendría como consecuencia más  dolor, sufrimiento y en consecuencia ansiedad, depresión, insatisfacción en la pareja, en definitiva una separación o divorcio.

- En algunos casos el detonante fue el darnos cuenta que no pertenecíamos al grupo de "HSH" (Hombres que tienen Sexo con Hombres) sino que realmente somos gais, la razón, encontramos a un hombre que llenó el vacío en nuestras vidas, y sin él es impensable seguir adelante.

Seguramente hay más aspectos en los cuales nuestras vidas coinciden pero esta es una primera aproximación.

Los animo a incluir sus experiencias.
Abrazos.

  

Comentarios

  1. Muy de acuerdo en todo... Aunque mi trayectoria no es calcada (yo pasé del chat al divorcio sin experiencias reales por medio, ni siquiera videochats porque no existían), pero encaja mucho con tu descripción. No me había planteado lo del cambio significativo como detonante... A mi me coincidió el tener a mi hija y un cambio de trabajo.
    Hay un tema en el que no acabo de creer... Eso de los "HSH". Para mi, quien tiene sexo con hombres es porque se siente atraído por ellos y, por tanto, es como mínimo bisexual. Pero esa obsesión de "a mi no me gustan los tíos, solamente me gusta el sexo entre tíos", no me cuela.

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    1. Totalmente de acuerdo.
      Pienso que hay una gran diferencia en cómo nos relacionábamos hoy en día con los smartPhones y las apps para ligar. La popularización del acceso a este tipo de dispositivos, la creciente proliferación de espacios virtuales para conocer y contactar a otras personas, han facilitado el camino para que muchos hombres con dudas sobre su sexualidad se lancen a probar. Tal vez sea una conclusión apresurada pero: existe una relación directa entre el auge de las aplicaciones de ligue y la salida del armario de tantos hombres casados o en relaciones heterosexuales.
      Por otra parte, a mí también me causaba ruido el termino de HSH, pero hay quienes se definen así, entre nosotros… yo creo que son hombres que no han conseguido quien les dé una buena meneada y les haga tambalear el piso…jajajaja. Yo cuando comencé este camino nunca imaginé enamorarme de otro chico y mírame, tenía la fantasía de que era sólo sexo.

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